Meditaciones sobre el libro de Rut

En el pulpito

Sean todos nuestros hermanos y hermanas bienvenidos.

"Meditaciones sobre el libro de Rut"

MEDITACIONES SOBRE EL LIBRO DE RUT Por Mary M. Bodie

LA ESPIGADORA

Mujer  virtuosa,  ¿Quién  la  hallara? Porque su estima sobrepasa largamente a las de las piedras preciosas. Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos. (Proverbios 31:10 al 13)

I N D I C E

INTROCUCCION

ELIMELEC Y FAMILIA

EL CAMPO DE BOOZ

EL DESCANSO DE RUT

EL PARIENTE REDENTOR

BOSQUEJO DISPENSACIONAL

P R E F A C I O

Estas lecciones sobre Rut aparecieron en la revista “Grace & Glory” en 1916. La autora las reviso en 1926 y han sido impresas en inglés, repetidas veces desde entonces. Ella da la interpretación del libre, luego clarifica el escenario dispensacional. Léalo, y medite en ello, luego corra con las nuevas noticias a otros.

INTRODUCCION

Aconteció en los días que gobernaban los   jueces, que hubo hambre en la tierra.  Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer Noemí, y los nombres de sus hijos eran Maholon y Quelion, efrateos de Belén de Judá, llegaron pues a los campos de Moab, y sé quedaron allí. (Rut 1:1 y 2)

En esta historia simple y conmovedora de Rut, yacen escondidos algunos de los más profundos tesoros de verdad típica, solo esperando la iluminación del Espíritu Santo para su descubrimiento. Aquí también hay profundas lecciones espirituales, las cuales Dios ha preparado cuidadosamente para que nosotros pudiésemos ser preparados para toda buena palabra y obra.

El libro de Rut se encuentra entre Jueces y Samuel. Esto en si es significante. Jueces es el libro de fracaso. El pueblo que Josué había introducido en el pueblo de Canaán en poder y victoria, fracasaron en mantener su herencia. Sus enemigos pronto tomaron posesión, como se ve en Jueces. Israel había fracasado en cumplir la ley de Dios en el desierto, y fracasaron en levantar y mantener una justicia propia: pero Dios iba con ellos. Él les mostro más gracia, les dio la tierra de Canaán y les insto entrar y tomar posesión de toda su herencia: pero fracasaron en hacerlo. Ellos se probaron incapaces para tomar y asirse de lo que recibieron gratuitamente.

El Señor estaba en toda su historia. Él quería mostrar su inhabilidad para guardar el pacto de la ley, de la cual ellos, tan confiadamente en sí, se hicieron participantes. El deseaba que comprobasen su debilidad y así ensenarles la incapacidad completa de la humanidad.

En el libro de Jueces, el verdadero carácter de ellos se manifestaba claramente; Ellos no podían aun mantener el lugar que Dios les había dado gratuitamente, pero esta incapacidad del hombre es justamente la que da a Dios la oportunidad para manifestarse como Salvador. Por eso, Rut sigue a Jueces.

El “pariente-redentor”, Booz, es una fragante y fuerte manifestación de Cristo, Jehová/Jesús, sobre quien descansa toda la carga de la casa de su Padre.

Jueces no solamente nos da la historia del fracaso de un pueblo terrenal, sino mucho más, es la figura de un fracaso más grande. La iglesia visible no ha manifestado su lugar celestial, ni su llamamiento celestial. Su condición quebrantada, su decadencia, su corrupción, su fracaso, su contienda y discusión, y su cautividad a innumerables errores están allí escritos para nuestra admonición; y también la manera maravillosa de la liberación de Dios.

Mientras los Jueces gobernaban había victoria, sin embargo, después de la muerte de cada juez, la declinación fue rápida y volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová (3:12; 10:6). Note que lo malo fue en los ojos de Jehová. Sin duda que vecinos y amigos pensaron que se iba muy bien, pero Jehová mira el corazón (1 Samuel 16:7).

El juez gobernante representa algún fundamento de verdad para la iglesia, lo cual agarra el corazón en pleno poder viviente, y así causa un despertamiento entre el pueblo. En otras palabras, comienza un avivamiento. Por ejemplo, en el tiempo de Martin Lutero, era el fundamento doctrinal de “la justicia por la fe” lo cual causo encender y arder el fuego por varios años sin disminuir el fervor. Pero cuando el juez murió, el poder de la verdad declino y pronto el pueblo volvió a estar otra vez en servidumbre. Esto sucedió muchas veces.

Vemos en el tiempo presente a unos de los jueces gobernando. La verdad del don del Espíritu Santo, el otro Consolador, el cual Jesús mando del Padre, ha venido en poder viviente para despertar y reavivar la heredad de Dios. En la historia, cada liberación subsiguiente fue de un carácter más débil. El último juez, Sansón, solamente comenzó a librar a Israel cuando él murió entre las ruinas que el mismo trajo sobre sus enemigos. El mato más filisteo (representan el formalismo) en su muerte que, durante su vida, pero primero le quitaron los ojos. Esto sin duda es una figura del avivamiento de hoy en día. El pueblo ha sido atado a ritos y ceremonias, a credos y doctrinas de hombres, tanto tiempo que van al otro extremo. Están derrumbando todo el edificio, aunque están atrapados siendo bajos los escombros. Pero la esclavitud del filisteo (el formalismo) terminara cuando Sansón acabe con ella.

El libro de Rut es un apéndice de Jueces. Fue durante este periodo cuando los jueces gobernaron que Rut vino a la tierra de Palestina. En esta pequeña historia tenemos en tipo, no tanto la iglesia, sino el plan de Dios para Israel, que ya comienza a materializarse en nuestros días. Pues, Los días del gobierno de los jueces no ha terminado todavía, ni la historia de la cristiandad se ha cerrado: aun Dios no la ha vomitado a ella de su boca.

Esto es importante, y observe que aquí viene en su orden divino justamente antes del tiempo de Samuel y los jueces; donde nos muestran en tipo el “reino de gloria” de Israel, primero bajo Saúl, el falso rey el que el pueblo eligió, y más tarde bajo David y Salomón, dos aspectos del verdadero Rey (Cristo): escogido de Dios. Maravillosamente significante es esta historia divina de un pueblo terrenal, cargado de sabiduría tan vasta, propósitos tan infinitos, narrativas tan interesantes y lecciones tan instructivas, que uno se confundiría si no fuera por el Espíritu Santo.

ELIMELEC Y FAMILIA

CAPITULO UNO

El libro de Rut comienza con una familia. Elimelec, el padre, esta mencionado solamente en el principio del libro. “mi potente (Dios) es el Rey”. Llama nuestra atención esta majestuosidad, pero su primera acción recordada no concuerda con su nombre. Hay hambre; una prueba en la tierra, y el deja de confiar en su “Potente Rey”. El deja la tierra del verdadero “pan”. Note que él vivía en Belén, “casa de pan”, en la tierra de Judá, “alabanza. Su profesión es grande, pero su conducta es vergonzosa. ¡Qué triste!

Escuchamos un predicador por la calle una noche, que fue una buena ilustración de esta conducta contradictoria. Él quería levantar una fuerte suma y estaba mendigando al pueblo por ella, ni aun mezclando el evangelio con él. Tenía una buena voz, y con personalidad fuerte, engatuso y lisonjeó a la gente al principio. Pero cuando no respondieron, cambio de táctica, diciendo que debían algo de su dinero a Dios, y así a él, como era hijo de Dios. Él les dijo esta escritura, todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado (1 Juan 3:9). Decía que tenía un padre rico, sin embargo, con sus siguientes palabras lo negó, por el hecho que insistía que la multitud recoja la plata para sus necesidades, o las necesidades de su Padre rico. Si Dios es una realidad a nosotros como Padre, no iremos al mundo por ayuda.

Elimelec fue a Moab, el lugar de “la mera profesión”, pues esto es lo que Moab figura. Israel está allí hoy. El nombre de Elimelec no le significa nada a la nación de Israel; es solamente teoría que su “potente (Dios) es el Rey”.

La incredulidad es la causa de la desviación, y lleva consigo su familia. No hay cosa tan contagiosa como el paro cardiaco espiritual: se extiende rápidamente. Hallaron refrigerio en Moab (la casa del que vuelve atrás); un nombre que vive, pero sin vida; una forma de piedad, en que se apoya, pero sin poder. Esta es la condición final de cada uno que deja el lugar de alabanza, “Judá”, en tiempo de prueba.

FUE A MORAR EN LOS CAMPOS DE MOAB

Los versículos 1-4 muestran que tal se ha engañado a sí mismo, porque él y su familia se quedaron… y habitaron allí unos diez años. No pensaron quedarse en Moab, pero se quedaron. No salimos del lugar de abundancia y alabanza en un momento, pero cuando salimos, generalmente nos quedamos un buen rato. Nos acostumbramos a terrenos más bajo. Moab parece ser un lugar muy lindo a uno que ha consentido en su corazón dejar Canaán. Cuando uno está satisfecho con morar en Moab, después de haber vivido sobre terrenos más altos, solamente un milagro poderoso de la gracia de Dios puede traerle liberación. Tal milagro fue hecho en el caso de Noemí: pero Elimelec murió prematuramente, desterrado, de su madre patria. Muchos creyentes tienen la misma experiencia: hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen 91 Corintios 11:30).

Los hijos, Mahlon, “enfermo”, y Quelion, “languidez’, nos dice la misma historia. Ellos son los frutos de la incredulidad, y crecen fuera de la comunión de Dios. Se casan fuera del pacto y contra la ley, (Deuteronomio 23:3), y no somos sorprendidos escuchar de su temprana muerte porque todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará (Juan 15:2); la experiencia del que vuelva atrás.

Noemí, es quien nos interesa más de esa familia, tiene un nombre precioso, Su raíz ocurre frecuentemente en las Escrituras, y siempre tiene el significado de ser atractivo. Significa, “encantadora” o “placentera”. Es un nombre de fe: fe bendita y conquistadora. La sulamita reclama este nombre cuando dice, Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento (Cantares 7:10). Noemí representa la comprensión de la fe del favor divino hacia ella, Pero aquí en Moab es un hombre vacío. Está en agudo contraste a la condición de ella. Ella es más bien “repulsiva” que “placentera”. Ella misma reconoce que su nombre no le cabe, no me llaméis Noemí (placentera), sino llamadme mara (amargura) (v. 20). Noemí es un nombre de la tierra de Canaán: ¡que hermosa eres, y cuan suave, oh amor deleitoso! (Cantares 7:6)

Empero hay esperanza, leemos, quedo ella y entonces se levantó. Sus aflicciones fueron el medio que el Señor usó para soltarle de su circunstancia y sus pasos se dirigieron hacia su país. Ella, como el hijo prodigo, había escuchado de pan en la casa de su padre. El Señor arregla todo maravillosamente en entrar con su pueblo. Pero observe ahora el consejo de la que vuelve atrás a sus nueras. Ella tiene la oportunidad para traerlas consigo, pero aun su franco deseó en este sentido no encuentra respuesta excepto la pregunta; ¿para que habéis de ir conmigo? En otras palabras, ¿Qué bien puedo hacerles?

En los días mileniales, la restaurada Noemí (Israel) tendrá la respuesta a esta pregunta. Pues, vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a Jehová de los ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor de Jehová, …en aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomaran del mando a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros (Zacarías 8:22, 23). Pero esto será cuando Israel tenga una comprensión de su condición perdida, y la salvación de pura gracia. Este tiempo está a la puerta.

Noemí aderezó su lámpara, semejante a las cinco vírgenes insensatas, cuyas lámparas habían llegado a ser débiles. Israel, en su carácter nacional, fuera de su tierra, en incredulidad y completa desesperación, es Noemí. Su testimonio en cuanto al poder y fuerza de su Dios, tipificado por Elimelec, está muerto. Su fuerza y sus esperanzas, como son manifestados por sus hijos enfermos y lánguidos, deben de desaparecer completamente antes que este pueblo pueda ser restaurado a su propia tierra. Deben desesperarse a sí mismo antes que Dios les tome en su favor otra vez. Sera la gracia sola para Israel en aquel día.

Rut y Orfa representan dos clases entre los judíos regresando a su propia tierra. Este es el tiempo de prueba para el profesante. Pronto será manifestado quien entre los judíos tiene amor real por Israel en su afligida y desamparada condición: amor real por su patria y su testimonio nacional. Una parte, como Orfa, se adherirán a sus esperanzas mundanas y ambiciones terrenales. En otras palabras, volverán a sus dioses, como Noemí le había dicho. Po otra parte, como Rut, el piadoso remanente de quien toda la Escritura habla, se adherirá a sus tradiciones nacionales, sus esperanzas, su culto, su templo, sus Escrituras, su tierra y su Dios. Se quedará cerca de Noemí, y aun rehusará ser separado de ella.

Este gran movimiento sionista que comenzó hace algunos años atrás entre los judíos, ha progresado rápidamente hacia la meta, y vemos ambas clases de pie con Noemí. Rut representa a los judíos que llamamos “ortodoxos”. Estos son aquellos celosos en sus deseos hacia Dios y honestos en buscar su favor. Realmente quieren volver a su tierra prometida, pues creen que las palabras de sus profetas se cumplirán. En estos días ellos están verdaderamente viendo el cumplimiento de muchas cosas, aun como algunos de sus videntes han predicho. Por lo tanto, no pueden sino esperar el cumplimiento total de las escrituras.

Orfa por otro lado, figura al racionalismo, al judío ateo, quien es llamado, el judío reformado (pero nosotros le llamamos “deformado”), quien ha sido atraído un poco con aquellos cuyas esperanzas están envueltas en Israel, pero cuyos corazones no son desinteresados, ni sinceros. Estos, como Orfa, pronto dejaran a Noemí (quien representa sus esperanzas nacionales), después de un poco de desaliento, y abiertamente volverán a Moab (una mera profesión apóstata), y finalmente terminaran en idolatría a la adoración de la imagen a la cual la bestia dará vida (Apocalipsis 13:15). Pues cuando venga el anti-cristo, esta clase será los “muchos” con quienes ‘el príncipe” confirmara el pacto de siete años (Daniel 9:27)

No queremos dejar la idea que la masa apóstata de la nación no está volviendo a su madre tierra. Probablemente el número mayor es de este carácter. La vuelta atrás de Orfa simplemente significa la actitud de corazón de la parte profesante de la nación. En su condición espiritual que es tan sorprendentemente retratada por Orfa. Su corazón no fue tocado, ni conmovido con cariño por Noemí, como fue el caso de Rut. Los judíos de aquel carácter rehusarán aliarse con el puro testimonio nacional de Israel como el antiguo pueblo de Jehová, de que estarán en la tierra.

RUT, LA MOABITA

La hermosa, atractiva heroína de esta hermosa historia de amor, es figura, como fue dicho, del remanente piadoso de los judíos de los últimos días, de los cuales leemos mucho en los profetas. Volverán mano en mano con Noemí, anciana y amargada de alma, pero con esperanza revivificada por escuchar las noticias alentadoras, que Dios a vistado a su pueblo. Así como estas dos mujeres queridas van de viaje, es un cuadro expresivo de los que somos privilegiados ver en nuestro día esto entre los judíos. Rut, un espíritu juvenil, de fe humilde, que confía solo en la pura misericordia, se encuentra aliada con Noemí: figura de la antigua, desolada y enviudad Israel. Alcanza así Belén, la casa de “pan”, y he aquí, es el comienzo de la siega de cebada: el tiempo más oportuno.

La siega es también profética y típica del fin de la edad (Mateo 13:39); cuando el trigo es recogido en el granero y la cizaña quemada. En Rut y Noemí, tenemos el trigo, los hijos del reino, en preparación para su Rey. Note que es la ciega de cebada la cual fue la primera en madurar (Éxodo 9:31; 32). La ciega completa viene más tarde. Aquella ciertamente representa el tiempo del retorno del remanente de Israel.

EL CAMPO DE BOOZ

CAPITULO DOS

Fue, pues y llegando espigo en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec.  (v. 3)

Ahora aprendemos que Noemí tiene un pariente, Booz, cuyo nombre significa “el fuerte”, un gran hombre de mucha riqueza, pero Rut todavía no le conoce. Cuando Booz viene su corazón es tocado. Ella solamente quiere hallar gracia en los ojos del hombre “fuerte”. Si, solamente la gracia puede acomodar a una pobre moabita. El campo era de Booz. Esta fue una suerte que nunca se hubiera tenido si hubiera quedado con sus dioses en Moab.

Cuando Booz aparece en el escenario, y como esperaríamos de tal persona fuerte, es con una bendición en sus labios. Jehová sea con vosotros, es la salutación a los segadores. Luego el contempla a la atractiva heroína y su corazón es ganado inmediatamente: ganado por esta pobre moabita que no tiene nada en si para dominar su atención, sino su inutilidad y necesidad. Booz le da la bienvenida en su campo, y aún más, no quiere que espigase en otro lugar. Le habla de su interés por ella y que él ha dado instrucciones a sus criados respecto a ella. Ella ha sido favorecida verdaderamente, y ¿Qué repuesta da a todas sus buenas palabras?

Ella entonces bajando su rostro, se inclina a tierra (v. 10), alabando a este gran hombre. ¡Qué gracia el manifiesta a ella! No es maravilla que le haya caído en gracia, pues este es el verdadero amor a primera vista.

Oiga su respuesta de gracia, –he sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de su marido, y que dejando a tu padre y madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes (v. 11). En otras palabras, yo conozco tus obras (y tu trabajo y paciencia). Todo lo cercano y querido en reclamo, como es natural, ha sido derrocado por la fuerza de otro amor: un amor por una tierra y un Dios que no conocía. Tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte (v. 12).

¡Hermoso lenguaje de gracia divina! Rut es confortada y alimentad: comió hasta que se sacio y le sobro (v. 14) mucho después que fue satisfecha.

Pero aun esto no agota su gracia. Él está preocupado por ella y por sus intereses.

Que recoja también espigas entre las gavillas y no la avergoncéis (v. 15).  Literalmente, -no le haga ruborizar; dale el respeto debido a la que yo amo. Como el bendito anti tipo, el rehúsa permitir a cualquier vituperar la libertad de fe. –No la reprendas es su admonición siempre. No podemos confiar en el demasiado, como fatigarle, pues solo nuestras dudas le hacen cansado.

Booz continúa con su instrucción a sus siervos, –dejareis también caer para ella algo de los manojos. Es decir, él quiere que ella reciba algo que es solamente para ella. No tanto lo que su diligencia le ha asegurado, sino lo que el por su amor le ha dado libremente. Tenga en cuente que fue después de que tuvo su sincera conversación con Booz, que ella espigo tan prósperamente. Ella había recibido tal visión y gracia de él, que llego a ser valiente en tomar todo lo que veía. Entonces desgrano lo que había recogido, pues no llevaría nada sino el grano.

Estuve, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y del trigo; y vivía con su suegra (v. 23)

Recuerde que Rut figura especialmente al remanente de Judá de los últimos días.

Aquellos que son despertados primeros a su triste condición, así apreciaran cada pequeña migaja de gracia que le sea permitido recoger. Sera por medio de esta primera fe que Dios obrara por la bendición de la nación entera. El los atraerá más y más, como Rut fue atraída, hasta que ellos mismo proclamaran parentesco con él,

Y le pedirán extender su mano sobre ellos y así hacerles actuar la parte del pariente.

EL DESCANSO DE RUT

CAPITULO TRES

Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía.  ¿No he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?  (v. 1)

La solicitud de Noemí por Rut es maravillosa. Ella parece ser más interesada en su felicidad y posibilidad futuras que en las suyas propias. Todo es figurado de las cosas espirituales.

Rut aprendiendo sabiduría de Noemí, simplemente nos habla que el remanente, que la palabra profética declara que es un pueblo especial, aprende de las Escrituras del lugar que su pueblo tiene en los consejos de Dios. Encuentran por escudriñar sus páginas que ellos son destinados para grandes cosas, y que el pariente redentor, prometido a la nación, esta relacionados con ellos. Ellos encuentren que tienen un derecho a la redención la cual fue certificada a Abraham, a Isaac y a Jacob por el pacto de gracia, y ellos comienzan a insistir en sus derechos.

Ellos andarán a tientas en oscuridad algún tiempo, como hicieron los hermanos de José, antes que ellos puedan verdaderamente creer que el Cristo del Calvario es el Mesías de Israel y que les pertenece a ellos. Puede ser días y meses que ellos estudiaran las antiguas Escrituras antes de atreverse a tomar sus libertades con su gran pariente, y reclamar su protección y su ayuda a su dilema. Más, finalmente el día vendrá cuando le creerán y le buscarán con todo su corazón sin hacer caso de nada ni de nadie.

RUT BUSCA DESCANSO

En esta condición, ya no le encontramos a Rut espigando. Más bien, reclamando, buscando ser restaurada al lugar y privilegio los cuales le han sido prometidos. De acuerdo a la instrucción de su suegra, ella busca a Booz como el pariente, capaz de hacer por ella lo que ella misma sería incapaz de lograr por sí misma.

Noemí le había hablado acerca de él y de su parentesco con ella; pero hasta aquí la realidad no ha sido de ningún significado práctico a ninguno de los dos. Pero ahora las cosas han cambiado; hay un nuevo interés despertado. Rut debe tener un lugar de descanso, y para poder encontrarlo, debe buscarlo. Naturalmente Noemí comienza a pensar en Booz y ruega a Rut, para que haga un reclamo personal a él.

¡Qué cuadro sugestivo de la búsqueda individual de Cristo hoy día! Todos nosotros debemos venir a él para el descanso, y encontrar, como Rut, que él está listo para recibirnos.

La actitud de Noemí y Rut en cuanto al pariente redentor está basada sobre las dos siguientes leyes de Israel. La una, la ley con respecto a la redención de la herencia (Levítico 25;25), y aquella de levantar el nombre del hermano sobre su heredad, (Deuteronomio 25:5-10). Las dos se aplican a Israel y aquí están claramente unidas. La herencia debe ser redimida, tanto como el nombre levantado. Debe venir la resurrección espiritual, el aliento de una nueva vida sobre los huesos secos de Israel según la visión de Ezequiel, en capítulo 37. Todo esto esta ensenado tierna y hermosamente en estas cosas típicas del libro de Rut.

Para resumir todo entonces, vemos que la moabita (figura del remanente judío), aprende de los tratos de Dios con la nación (figurada por Noemí) lecciones de redención; pero que solamente la experiencia personal puede interpretar y traer los resultados. El corazón y la conciencia deben ser escudriñados. Debe darse cuenta de la necesidad, de veras, y entonces se hará algo para que la necesidad sea suplida. Al principio, puede haber una repulsa, la cual es difícil entender, pero la gracia de Cristo debe ser enteramente vista antes que él pueda dar el descanso. Los derechos del pariente más cercano, y su poder para redimir, deben ser escudriñados y prácticamente manifestados como ineficaces, antes que Cristo pueda revelar su poder redentor.

Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; Y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva: extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano. (vs. 3:9)

Como dijimos antes, Rut es una figura en su pobreza, profunda humillación y condición desamparada del remanente piadoso de Judá que retornara a Palestina, buscando al señor en verdad: adhiriéndose a sus esperanzas nacionales configuradas por Noemí. Ellos inmediatamente comenzaran a espigar en los campos de su Booz, el Cristo, su pariente rico. Es decir, ellos escudriñaran humilde y piadosamente las Escrituras por la más pequeña migaja de gracia para satisfacer su más profunda necesidad. Ellos estarán satisfechos con la más pequeña promesa, pues sin duda se darán cuenta que las grandes promesas   son para la nación restaurada.

Rut fielmente siguió la cosecha de cebada y de trigo por los grandes campos de Booz y ahora su tiempo de espigar pasó. Ella ha crecido en fe mientras trillaba el grano, Noemí insiste que Rut tenga un ligar de descanso. Ella aconseja que busque a Booz para ser su pariente. Rut, como el remanente, obedece la vos de Noemí, la anciana a quien se adhiere, y reclama su lugar bajo el cuidado protector del paciente.

Debemos tener cuidado a no juzgar a estos simples caracteres bíblicos por norma corriente de nuestro día. No quiere decir que nuestra norma es recta, ni más alta que la de ellos y que la de ellos era equivocada, ni más baja. Altos y nobles motivos pueden sustentar acciones que nos pueden parecer indignas. También, debemos recordar que el poder del Altísimo vigilaba a estos caracteres escriturales. Para que estas lecciones pudiesen estar escritas para nuestra admonición; que nosotros pudiésemos ser enseñados y así poder exclamar como dijo Pablo; – ¡Oh profundidades de la riqueza de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! (Romanos 11:33)

El acercamiento de Rut a Booz, en esta manera informal, fue sin duda una prueba penosa y humillante a su sensitivo estado de mujer. Este incidente nunca hubiese sucedido si los más altos y puros motivos no hubieran actuado y sustentado a ella. La herencia de su sangre fuera pérdida y el nombre de la familia extinto para siempre sino hubiera un “pariente redentor”. Justamente así fuera con Israel si no hubiera redención. Ellos hubieran perdido todo derecho al título de sus tierras, su nombre y sus promesas.

Noemí estaba en lo correcto al decir a Rut que ella debe tener descanso. El descanso para una pobre moabita es solo posible por medio de un “redentor”. Cuando el Ungido de Dios clamo; -Venid a mi todos los que están trabajados y cargados, que yo os hare descansar (Mateo 11:28), Él estaba declarándose ser su pariente: capaz y deseoso de redimirles. El pariente más cercano, la ley, solamente les cargo; fue un yugo sobre la cerviz (Hechos 15:10), y nunca daba descanso. Esta es la lección que Rut esta para aprender cuando ella toma refugio bajo la protección del “hombre fuerte”. Booz está aventando cebada por la noche en la parva.

Nótese, Israel mismo es la era, según el testimonio de Juan, el precursor de Cristo: su aventador está en su mano, y limpiara su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemara la paja en fuego que nunca se acabara (Mateo 3:12) La noche de terrible aflicción está viniendo sobre Israel, en la cual el remanente piadoso sufrirá como el trigo sufre bajo el palo del molino. Pero bendito sea Jehová, su aventador está en su mano, es decir, el juicio debe venir, pero será templado con misericordia.

Así obrara bien por todos aquellos que aman al Señor en aquel día. Pues esto es un tipo de la noche oscura de la profecía, el tiempo de la angustia de Jacob (Jeremías 30:7). Rut se acercará lenta y cautelosamente a su redentor, más aún, se acostará en completo abandono a sus pies. Esperará quietamente hasta que él   se despierte y tome nota de ella. Ella dirá: -Os conjuro, oh doncellas de    Jerusalén, que no despertéis ni que hagáis velar el amor, hasta que quiera (Cantares 8:4).

RUT ENCUENTRA DESCANSO

En verdad fue un acto bravo reclamar a ese gran hombre como su pariente, pero ella no había estado espigando en sus campos todo el verano de balde. La atención especial de Booz hacia ella le dio confianza. Ella había aprendido algo de la maravillosa gracia de Booz y ahora está apropiándose de aquella suficiencia. Esto es el descanso al cual nuestro “pariente-redentor” está preocupado traer a todos sus santos. Él ha dicho, -llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas (Mateo 11:29)

Esta actitud rendida, de la cual a Rut se nos pone de ejemplo, es el único lugar en toda la tierra para encontrar el descanso. Aquí nosotros descansamos de nuestras fatigas, labores, y de toda responsabilidad. Dejamos todo nuestro cuidado de espíritu, alma y cuerpo, sobre él, echando todo sobre los hombros de nuestro Booz, nuestro “fuerte”, y dejándolo allí. Le dejamos levantarse en nuestra ayuda, pelear nuestras batallas, y encargarse de nosotros en todo sentido. Aquí en este abandono completo, de nuestra manera y voluntad, encontramos el descanso que Jesús da. Esta es aquella buena parte la cual María escogió y Jesús dijo, -no le será      quitada (Lucas 10:42). Marta, en su impaciente servicio, no se daba cuenta          de aquel bendito descanso.

Ah, que profundidades de la humillación en que algunos del pueblo de Dios han entrado de las cuales otros santos no saben nada. ¡Qué acto osado y vergonzoso!

Según el veredicto del hombre. Como los críticos de justicia propia podían haberla encarnecido y hecho de ella un ejemplo público, si ellos hubiesen sabido. Pero bendito Booz, el entendió la actitud de ella, y más tarde, como leemos, el prohibió que se supiera que una mujer había entrado en la era. El conocía el corazón, él sabía que ella estaba allí, no por su propia causa, sino envuelta en los asuntos de su suegra. Una gran herencia estaba en peligro. Una decisión grande obligaba a una acción instantánea y agresiva. ¿Qué importa su vergüenza y modestia cuando pesadas en la balanza de las bendiciones que recibiría de la familia de Dios en su expensa? Ella vio el fin el cual fue tan maravilloso. Como el Señor Jesús mismo, por el gozo puesto delante de él aguanto la vergüenza.

Observe también, que fue en la noche cuando Rut se introdujo en la noche en la parva a los pies de Booz. Es un cuadro del tiempo de tristeza que nos conduce a los pies de Jesús. Allí aprendemos más de su amor y compasión en aquella poca hora de prueba que en todos los días brillantes y anos de prosperidad los cuales han precedidos. Es en la noche que él da canciones dice en Job 35:10.

Hay todavía en nosotros lo que necesita constante juicio y, verdaderamente, cuando andamos más cerca del Señor él permite menos de la carne. ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? (Amos 3:3).

Oramos por un andar más cerca; que podamos conocerle mejor y que podamos crecer en gracia. En vez de venir la respuesta como esperábamos, viene por caminos de pruebas más profundas, que nos mandan a los pies de Jesús para asirnos, de él, por la angustia y necesidad, humillados contra el polvo por la tristeza; o puede ser la vergüenza que sea nuestra porción. Pero oh, la gloria en la mañana, cuando el Señor nos habla y nos dice que él entiende y se levantara por nosotros.

Ahora, por primera vez, escuchamos a Rut reclamar a Booz como su “pariente-redentor”, e insiste en sus derechos. Por hacer así, lo pone a él bajo obligación, y él no se desvía de la responsabilidad. El parece apreciar la confianza que ella deposita en él, y aunque el admite que hay otro que reclama el lugar de pariente, el asegura que le hará hacer su parte. Rut ha encontrado a un amigo poderosa. Las cosas presentan un buen presagio para ella. Booz tiene más influencia que cualquier otro en Belén. Tenerlo a su favor es estar verdaderamente asegurado. Él se constituye su protector. El hecho que ella le reclama como tal es tipo maravilloso de nuestra actitud hacia Cristo. No recibimos toda nuestra herencia sin hacer un reclamo por ella. Debemos tomar nuestra porción, asentarnos allí e insistir que nuestro “pariente-redentor” proteja y defienda nuestra herencia. Él lo hará según nuestra fe.

Booz habla con la más profunda apreciación del curso de acción de Rut hacia él. Él no la vitupera ni un poco. El alienta a ella diciendo, has hecho mejor tu postrera bondad que la primera (v. 10). Entonces tu confianza en Jehová te trajo de tu tierra y tu parentela, pero ahora tú has tomado el único lugar que una movidita puede tomar, aquel de necesidad e impotencia y has hallado gracia en mis ojos. “…no temas, hija mía; yo hare contigo lo que tú digas, dice él” (v. 11). Sin embargo, debe añadir, -…con todo eso hay pariente más cercano que yo; …si él no te quisiera redimir, yo te redimiré” (vs. 12 y 13).

El promete tomar su caso lo más pronto posible. Ella es consolada, y descansa con él hasta la mañana, cuando ella sale con su manto lleno de seis medidas de cebada. Solo “…a los ricos envió vacíos” (Lucas 1:53). El secreto de nuestra bendición es reconocer nuestra indignidad en cuanto a lo que somos o lo que podemos hacer para merecer la salvación. El judío como una nación, debe aún aprender la lección la cual nosotros, como individuos, estamos aprendiendo cada día.

EL PARIENTE REDENTOR

CAPITULO CUATRO

Booz subió a la puerta y se sento allí; y He aquí pasaba aqul pariente de quien Booz había hablado, y le dijo Eh, fulano Ven aca y siéntate.  Y el vino y se sento. (v. 1)

Booz no dejo crecer pasto bajo sus pies. El no perdió tiempo después que Rut había hecho apelación conmovedora a él. El hecho de que ella se humillo a sí misma para despertar su interés a favor de Noemí, como también a favor de ella misma, fue un estímulo poderoso para su favor. Esto probo que él amó a ella. La pobre moabita avía ganado su corazón por la rendición de todo su orgullo, y suficiencia de sí misma para buscar su protección y ayuda. El no dejara que le fe que ella tiene en él sea desamparada en ningún sentido. Desde este momento en adelante, el determina hacer los intereses de ella como suyo propios. Ella tiene un “fuerte aliado” ahora: Booz es su nombre.

Por tanto, él está en movimiento desde temprano. El asunto importante sobre su corazón, requiere urgencia. El busca la puerta de la ciudad, el lugar más público y disponible; es la puerta dedicada al justo juicio (Deuteronomio 17:5). Fue llamada Miphkad “la puerta del juicio”, y “lugar del examen” en la reconstrucción de Nehemías (Nehemías 3:31). Satanás hará su obra en la oscuridad, pero Booz no, pues sea el tipo o el anti tipo todo glorioso, la llama a todos a presenciar su poder para redimir, “…pues no se ha hecho esto en algún rincón (Hechos 26:26). La palabra, “puerta” parece dar firmeza a todo lo que fue hecho. Todo esto fue hecho abiertamente, para que todos pudieran saber las felices consecuencias tocantes a la heredad de Rut.

Inmediatamente aparece en el escenario el pariente más cercano de Elimelec de quien Booz había hablado. Él le saludo con poco respeto: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Su nombre no se nos da, y esto en si es importante en este libro donde cuidadosamente se nos informa de cada persona, para que podamos buscar el significado de cada uno. Sin duda, entonces somos justificados en decir que debe haber igual significado por el hecho que en este lugar se omite. Naturalmente su nombre es conocido y en seguida vamos a poder adivinar el misterio. Vemos al comienzo del capítulo que Booz no tiene buena opinión de este hombre que tiene un derecho previo a redimir la herencia de su amiga. No hay honor atribuido a “fulano” y la razón de esto veremos enseguida.

Después de esta sentada y listo para negociar, Booz suplica a diez varones de los ancianos a sentarse y presenciar lo que está por suceder. Habrá un juicio, la corte esta puesta en orden y entonces precede Booz. El abre el caso al pariente más cercano, y señala a él su deber tocante a la redención de la tierra la cual pertenece a Elimelec y a su familia.

“Fulano” reconoce su deber en cuanto a esto y manifiesta perfecta complacencia, como también habilidad para redimir la tierra, aunque él no demuestra nada del amante interés que es manifestado en Booz. El aun pasaría de largo, como hizo el sacerdote y levita en el camino a Jericó, sino hubiera sido por el defensor y amigo de Rut. Este Booz está puesto por la redención de ella, sea derecho suyo o del otro, y tendrá la herencia y el nombra de la familia restaurado en Israel.

Fulano dice, -yo redimiré la tierra, -Hasta aquí bien, dice Booz, -pero hay más que la tierra en cuestión aquí. Al mismo tiempo debes tomar a Rut, la moabita, esposa del difunto y restaurar el nombre del muerto sobre su posesión (v. 4y5). El redentor de otro tiempo tiene que reconocer su inhabilidad. -…no puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Pues procede más adelante y reconoce el derecho de Booz, y su poder para redimir. Por cuanto el mismo ha fracasado en este respecto, dice él, -…redime tú, usando de mi derecho porque yo no podre redimir (v. 6). Es exactamente lo que Booz desea, él puede proceder ahora con toda prisa, pues el pariente más cercano ha dado todo el encargo a él, admitiendo que él es el próximo y más cercano en la línea de redención.

Hay cosas aquí tan profundas y fragantes de las realidades espirituales que nosotros no nos atrevemos a pasar por alto esta parte tan apresuradamente. La palabra de Dios es sin igual en la sabiduría desplegada en tales cuestiones perplejas. Estamos encerrados enteramente a la iluminación del Espíritu Santo.

Nadie discierne a “fulano” sin la guía divina, pero una vez nombrado todo es claro. Este “fulano” es figura de la ley de Dios, el pacto del monte Sinaí, y es a esta que Booz irrespetuosamente dirige irrespetuosamente sus palabras.

Cuando lo escuchamos decir, -yo no puedo redimir, el Espíritu nos hace recordar a la carta a los Romanos, capítulo 8. Allí se nos introduce el pariente más cercano, el cual es el fracaso: “porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil para la carne (v, 3). Esta husada allí en diferente conexión, es verdad, pero la fuerza de la verdad es la misma. Sea para la obtención de la justicia práctica de la vida carnal o para redención, su debilidad aparece en cual quiera de los casos, cada uno de sus diez mandamientos atestigua la inhabilidad para redimir.

– Pero ¿qué hay de la tierra?, inquiere alguno. Es más fácil redimir la tierra vendida a perpetuidad. Leemos, “la tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo” (Levítico 25:23). Pero oímos al apóstol exclamar-…yo soy carnal, vendido al pecado (Romanos 7:14). La ley no tiene dificultad en redimir la tierra, pero la redención de la pobre moabita esta fuera de su alcance. Fue el principio de la ley por lo cual ella era condenada.

Observe que el título “moabita” es continuamente re enfatizado tocante a Rut, a pesar de toda su cualidad atractiva. Por lo tanto, a pesar de esta verdad concedida, ¿cómo es posible para la ley (el pariente más cercano) redimirla? Porque está escrito, “no entrara amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la décima generación de ellos; no entraran en la congregación de Jehová para siempre (Deuteronomio 23:3). Por cierto, la ley no puede redimir a aquellos quienes por ella están condenados. Su propia herencia seria arriesgada. La ley está completamente en su contra; la acusa y condena. No puede justificar a una moabita, pues si admitiera a los que ha empeñado en mantener fuera, ¿dónde estaría el poder de la ley?

Paro alguno pudiera preguntar, – ¿Cómo es que “fulano” es un pariente más cercano que Booz? ¿La ley está más cerca que Cristo? Debemos recordar que esto no fue dicho hasta que Noemí, en completa armonía con aquel espíritu legal que hemos visto a ella representar, dirigió a Rut a reclamar parentesco. Tan pronto que algún hombre reclamaba alguna cosa, siempre fue dirigido a la ley. Es el pariente más cercano al hombre en la carne; esto es verdad especialmente respecto a Israel.

La pregunta: ¿Qué es menester que yo haga para tener la vida eterna?, es la misma cosa al principio. Noemí esta otra vez reclamando parentesco con Booz para la moabita. Inmediatamente se le pregunta a “fulano” – ¿Qué está escrito en la ley?  – ¿Cómo lees tú?, es la contestación. Nosotros como también Israel, debemos hacer todo caso omiso de la ley, antes que podamos alcanzar los derechos de redención total en Cristo.

Ahora contemplaremos una costumbre peculiar y simbólica fundada sobre origen divino. El pariente más cercano, admitiendo su debilidad, se saca el zapato y lo pasa a Booz, diciendo, –tómalo tú. Pero la ordenanza no se cumplió estrictamente. Parece haberse degenerado en una simple tradición formal. Según Moisés, el uno sin poder para redimir fue tratado con una señal fuerte de menosprecio. Se le escupió la cara, y el no solo perdió su nombre de respeto, sino también le fue dado otro nombre. Desde entonces él fue conocido como “la casa del descalzado” (Deuteronomio 25:9y10). Aquí entonces por fin, hemos hallado el nombre verdadero del “fulano”.

En los últimos tiempos de la historia la ordenanza había perdido mucho de su realidad. No había evidencia alguna de vergüenza asociada con ella. “fulano” tranquilamente quita su zapato y lo da a Booz, tanto como para decir, -ponte en   mis zapatos, ponte en mi lugar…, yo te doy a ti derecho para redimir a la moabita y la herencia-. El parece ser muy poco conmovido de una u otra manera. Esto también es un principio de la ley. No tiene corazón. Fulano no quiere por nada a Rut la moabita. No la ama, ni aun su causa. Él puede dejarla en completo abandono sin ningún suspiro, ni lagrima.

Esto es un cuadro verdadero. La ley no puede mostrar misericordia. No muestra nada de amor, ni lastima, ni gracia. Por tanto, debemos regocijarnos que vemos su zapato desatado y pasado a Booz, a aquel (Cristo Jesús) que es poderoso para salvar.

Como ensena la Escritura; queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia (Hebreos 7:18).

Porque la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condeno al pecado en la carne. (Romanos 8:2y3)

Vemos así que el principio legal está puesto a un lado totalmente. Ha sido hecho nulo: anulado. No tiene zapato, esta sin derecho como redentor, pues no puede librar ni justificar al pecador, el cual ha sido maldito y condenado por ella. Es como la ley de la tierra que no muestra misericordia y libertad al infractor de sus mandatos. La ley no puede pagar la multa o dar fianza a la persona sentenciada a prisión. Otro puede entrar y tomar el lugar del transgresor de la ley. O el infractor, pero tal no es la parte de la ley. Por eso, la casa del descalzado se le debiera mantener en su lugar. No es débil es si, es solamente en el lugar de redención que su debilidad se manifiesta. Mas hay otro que se para en sus zapatos.

El pacto de la ley ha sido reemplazado por el pacto de la gracia. El hábil, “pariente-redentor”, Cristo ha venido y “fulano” no tiene más derecho en el lugar de pariente. Sin embargo, sabemos que hay muchos que lo tienen a él en estima, aun muchos que todavía tienen respeto por aquel “que tiene el zapato desatado”.

Los santos de Galacia, en los días de Pablo, quisieron su triste cara y habitación. Ellos habitaron en su casa bajo sus restricciones por un tiempo, pero tenían que mantener las cortinas cerradas. Si no, algo de sol del corazón de Dios penetraría   su oscuridad y expulsaría la ocupación y glorificación de sí mismo.

Dios mismo esta desagradado con “fulano”. El halla falta en la ley como redentor, pues escrito esta, …he aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto (Hebreos 8:8).

Pero si el primer pacto, la ley, hubiera podido redimir, entonces no hubiese habido necesidad de otro. Cristo no hubiera venido al mundo y muerto por nosotros. Tampoco hubiera introducido el pacto de la gracia. Por eso, si Dios puede encontrar falta en la casa del descalzado, llamándolo débil e inútil, ¿Por   qué entonces deberíamos tolerarlas en alguna medida en la capacidad de redentor?

¿Ha notado usted, alguna vez, la manera en que nuestro amado apóstol Pablo trato con el pariente más cercano? Bajo la guía del Espíritu Santo le escupió el rostro, y desato el zapato del débil e inútil pariente para nuestra edificación e instrucción. Él dijo, con sorpresa a algunos que le veneraban, …más ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimientos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? (Gálatas 4:9).

El habla con menosprecio de “fulano”. Él se atreve a nombrar al pariente más cercano, el principio de la ley (que era tan amado por aquella gente, pues en el hacer de sus requerimientos, ellos dependieron para su salvación), como débil, incapaz, e impotentes para hacer por ellos alguna cosa. En realidad, él dice que en vez de dar al hombre algún poder para salvarse a sí mismo con su ayuda, le roba aun a él de lo poco que tiene. Ciertamente debemos desatar el zapato de “fulano”, cuando Pablo, nuestro amado apóstol tan insultantemente le escupe la cara.

UNA DISTINCION NECESARIA

Notemos una clara distinción, la cual hace la Escritura, entre el pacto de la ley, y aquel usado por el hombre. En el caso del primero es santo, justo y bueno (Romanos 7:12). El hombre nuevo reconoce este aspecto de la ley y se deleita en ello (Romanos 7:22). En este caso, como la norma de justicia de Dios, es cualquier cosa menos débil.

“Fulano tiene puesto todavía un zapato en un pie. Condena a toda la humanidad, pues que todos están destituidos de sus requerimientos. Nivela a todos los hombres a una medida, el nivel común de culpable delante de Dios, encerrados delante del tribunal (de justicia) sin esperanza de hacer algo mejor, impotentes y perdidos (Gálatas 2:19).

De otra manera, como un principio de redención para el hombre pecaminoso y condenado, volviéndose a Dios, o como una manera de santidad después de ser salvos, es totalmente débil, inútil y miserable, pues entonces está presto como competidor de Cristo. Este puesto en su lugar. No es cosa a que maravillarse entonces, que el Espíritu de Dios escupa en su cara, y lo pone en un nivel con la idolatría pagana en los cual los creyentes gálatas habían estado viviendo antes que fueran salvos (Gálatas 4:9). – ¿Cómo os volvéis de nuevo? Él les pregunta.

BOOZ REDIME

Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo:  vosotros sois testigos hoy, de que ha adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, todo lo que fue de Quelion y de Mahlon.  Y que también tomo por mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlon. Para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy (vs. 9 y 19)

 La completa confesión de “fulano”, que él es incapaz de redimir a Rut, la moabita, es inmediatamente seguida por apelar Booz a los diez testigos: los diez mandamientos. El insiste que ellos avancen y testifiquen, que el rectamente ha adquirido todo aquello que era de Elimelec, Mahlon y Quelion, como también a Rut la moabita. Él es capaz de redimir a ella, tanto como la tierra, y por intermedio de ella restaurar la heredad a la familia de Noemí.

Cada mandato del decálogo testifica de la incompetencia de la ley para redimir. Si estos diez testigos y nada mas siempre fuese llamados, cuan pronto y simplemente el caso sería arreglado. Pero la mayoría se equivoca por razonar que por causa de que Dios es misericordioso, el no demandara la justicia que requiere la ley, y la cual los diez mandamientos prescriben, sino aceptara lo mejor que podemos hacer. Sin embargo, el nunca disminuye su norma o regla fija. Sus diez leyes ardientes deben ser obedecidas. Él no puede aceptar menos de lo que es justo y correcto.

Además, Cristo no es un ayudante para adquirir una justicia humana, ni un sobrante para nuestras deficiencias. O es el pariente más cercano, la ley, o Cristo como nuestro redentor. “Si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo” (Gálatas 2:21)

La misma ley es un testigo a Cristo, declarando que cada creyente en Jesús que se ha juzgado a sí mismo es – justificado gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús (Romanos 3:21 al 24). Ahora es la boca de Satanás que se ha acallado, mientras la boca del creyente está abierta para manifestar las alabanzas de Aquel quien nos ha llamado a la perfecta aceptación en el amado.

Hay algunas otras citas en la Escrituras, de la proclamación de la perfecta justificación del creyente, aun de los labios de su enemigo. Oiga la profecía de Balaán. Empieza con un desafío a aquel quien había mandado al profeta para maldecir a Israel. Balac, levántate y oye; escucha mis palabras hijo de Zipor (Numero 23: 28). Oye, hazme caso, ven a la puerta. Yo voy a justificar al impío, y ¿Qué puedes tu decir en contra?

Sin duda está hablando al Balac espiritual, es destructor, detrás del hombre cuyo propósito es seducir y luego acusar al pueblo de Dios delante de su trono día y noche. El procura poner a Dios en el dilema que los judíos intentaron hacer a Jesús mismo cuando trajeron a la mujer misma tomada en adulterio (Juan 8:1 al 11) Él no es un Dios justo, o no es salvador. El diablo insiste que él no puede ser ambos; un Dios justo y un salvador, tiene que ser el uno o el otro.

Pero dios ha encontrado una manera de salir de este dilema, a la vista completa del enemigo. Él ha puesto a su propio Hijo como propiciación por los pecados, para que él pueda ser un Dios justo, y a la vez un salvador misericordioso. Por permitir a su propio Hijo ser inmolado, él ha repudiado el pecado, que de otra manera aria su bendición hacia el hombre imposible. Esta es la gloria de dios, que su mano derecha ha efectuado salvación. El no tolerara ningún rival aquí. Él es el poderoso para salvar, nuestro Booz es fuerte para redimir.

BOSQUEJO DISPENSACIONAL

Booz, pues, tomo a Rut, y ella fue su mujer; …y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado hoy en Israel (vs. 13:14)

Tenemos ahora, en el resto del libro, figuras de maravillosas verdades dispensacionales. Rut da a luz a un bebe, después que ella llega a ser esposa de Booz, quien la ha redimido. La criatura es aclamada con gran regocijo, pero su llegada a nadie agrada con tan profundo deleite que a Noemí. Ella ahora confiesa su hermoso nombre. Ella no es más Mara, “amargura”, sino Noemí, “placentera”

Con el advenimiento del recién llegado, Booz está aparentemente fuera de la escena. La criatura ocupa el centro del escenario. Esta dicho de él que es el “pariente-redentor’, el restaurador de vida a Noemí, su sostén en su vejez, y la esperanza de la casa de Elimelec. Empero mientras figura cede a figura, en todo y siempre, vemos al bendito anti tipo. En toda edad es la única figura sin comparación sobre el escenario, de cuya dignidad y poder para redimir el universo de Dios, pronto dará testimonio (Apocalipsis 4).

Noemí, como hemos indicado, representa a Israel; no la apostata, infiel (ateísta) Israel, sino la castigada Israel legalista, identificada con el pacto de la ley. Ella es así vieja y se envejece; esta próxima a desaparecer (Hebreos 8:13). Empero antes que esta dejada, tendrá una vida nueva puesta en sus brazos; el fruto de otro, un pacto mejor y duradero; aquel de la gracia. ¡Maravilla de maravillas! Noemí llaga a ser niñera del niño que es nacido.  Es por medio de él, que el nombre de la familia es restaurado. Si, verdaderamente, solo por Cristo unido al débil remanente de los judíos en el tiempo del fin, quienes aceptan su gracia, será la nación de Israel restaurada en la tierra.

Los profetas atestiguan del glorioso resultado de tal unión natural: aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos: estrecho es para mí este lugar; apártate, para que yo more. Y dirás en tu corazón: ¿Quién me engendro estos? Porque yo había sido privada de hijos y estaba solo, peregrina y desterrada; ¿Quién, pues, crio estos? (Isaías 49:20 y 21).

El profeta habla de muchos hijos, mientras él bebe nacido de Rut es solo uno, sin embargo, significan la misma cosa. Tan estrechamente Cristo se identifica a sí mismo con su pueblo, que hay unidad real entre ellos. Obed, el nombre dado al niño por las vecinas de Noemí (figuras de las naciones que se regocijaran con Israel en su vida renovada) significa, “siervo”.

El mesías es constantemente delante de nosotros desempeñando el oficio de “siervo” en el libro de Isaías (C. 41:53); Pero después del último capítulo con su clara vista de los sufrimientos de Cristo, no leemos más de “mi siervo” sino “mis siervos”, hasta el fin del libro. Este último, el remanente pio, es de aquí en adelante adueñado por Jehová según el valor de la expiación de Cristo. Así que aquel niño en regazo de Noemí, es tipo tanto del mesías de Israel como también el principio de la nación de Israel

NO ES PARA LA IGLESIA

Algunos han visto en el libro de Rut lecciones personales referentes a la iglesia, figura de Cristo y la esposa. Mientras el principio sobre el cual Israel y la iglesia entran en la bendición es el mismo, por pura y soberana gracia, sin embargo, en el libro de Rut, Israel esta vista. Jerusalén que ahora es, está en esclavitud con sus hijos (Gálatas 4:25) el apóstol escribió casi dos mil años atrás. Pero ella no permanecerá siempre en esta condición. La voz de la Escritura está en dulce armonía, al contrario.

Dios tendrá una nueva Jerusalén sobre la tierra. Sera edificada por él y para expresarse a sí mismo allí, tanto como en la Jerusalén celestial. Por tanto, aunque vemos en Rut bellas lecciones personales de los tratos de Dios con nosotros, como también nuestra manera con dios, no obstante, el pueblo terrenal esta visto principalmente en este libro.

SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES DE RUT

Este libro termina con una lista de nombres, los cuales tendrían muy poco interés o provecho para nosotros, si no fuera por sus hermosos significados. Hay una idea constante presente en todos ellos: la expresión y expansión de la vida divina en el amado Israel de Jehová, después que él, el Rey, llegue al trono.

FARES: brecha, te has abierto (Génesis 38:29). La interpretación no es difícil cuando relacionada con cualquiera en que la vida con resurrección está implantada. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda (Isaías 54:3).

HEZRON: “ser verde, encerrado”, el segundo nombre en la serie, ciertamente es indicativo de la energía vital encerrada dentro de la nación. La canción saldrá como flecha después de germinar la semilla encerrada.

RAM: “exaltado”, ciertamente nos informa de crecimiento. Como la flecha subiendo más y más alto en el aire, así es el desarrollo de la vida divina en el alma; sea en el individuo o el Israel. El próximo nombre nos informa un poco más.

AMINADAB: “pueblo voluntarioso” es el resultado de verdadero crecimiento espiritual. Se manifiesta a sí mismo en deleite espontaneo en Dios y su voluntad. El perfecto siervo, el Señor Jesucristo, tan hermosamente ejemplificó este deleite y así expreso estos sentimientos en sus palabras: Si, Padre, porque así te atraído (Mateo 11:26). Y todo aparentemente se iba mal en ese momento. E s dentro de esa gozosa obediencia que cada hijo de Dios es santificado (1 de Pedro 1:2). Es aquella voluntad sumisa que trae el descanso mencionado por Jesús en Mateo 11:29. Es una señal de la perfecta rendición en su resultado; cualquiera que sea la dispensación, cuando el hombre rebelde así puede ser atraído dentro de tal armonía con Dios. Es fruto en la espiga llena. El nombre siguiente continúa con el énfasis en la experiencia.

NAASON: “brillar” ensena que aquel que crece brillara. Los voluntariosos siempre son luminares en su día. Es así ahora, hoy en día, y será así en el tiempo del recogimiento de Israel; ellos serán la luz del mundo entero. Su ciudad puesta sobre una colina, no puede ser escondida en el milenio. El próximo nombre acentúa otra fase de la salvación.

SALMON: “prenda de vestir” habla de la ropa de salvación con la cual esta vestido el pueblo, esperando al pariente de redención al cual será unido.

BOOZ: “fuerte es él”. Ellos le reconocerán y le aceptarán como aquel voluntarioso y capaz de redimir: su amado y esposo. Luego le servirán como nadie le haya servido antes, como el próximo nombre indica.

OBED: “siervo” llega a ser su gozosa ocupación. Ellos dirán como el salmista: Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo, siervo tuyo soy, hijo de tu sierva; tú has roto mis prisiones (Salmo 116:16). La redención es así el poder del servicio, da carácter al ministerio de los santos en cualquier edad. El próximo nombre.

ISAI: “Jehová es”, nos da la razón de la exaltación del servicio. Jehová llega a ser siervo. Él está unido con aquellos que le sirven. Así le vemos a él en los evangelios. Especialmente en la narración de Marcos, le vemos a él en este carácter. Luego el nombre que sigue está en completa armonía.

DAVID: “el amado” maravillosamente profético, no solamente de Cristo, el amado siervo y Rey de Dios, pero también de Israel, la nación que reinara sobre el mundo. Ellos serán exaltados en la tierra, cuando Cristo este en su trono como Rey. La energía de una vida divina se manifestará a sí misma en toda su extensión en aquella nación de destino; tan demostrativa y extraordinaria, aun su desarrollo nacional.

Ah, qué tiempo espera este mundo viejo: un júbilo, por cierto, cuando una nación nacerá, una nación entera, por lo menos, será regenerada, voluntaria y obediente a Dios, y reinará en el temor del Señor. Los ángeles desearían mirar en tal escena. La metamorfosis será tan espantosa que ellos se maravillaran de verdad. Una nación de rebeldes, será convertida en una nación de súbditos voluntariosos: siervos dedicados a Jehová. En un día reconocerán su señorío con delicia.

La historia de Rut termina hermosamente. Podemos casi escuchar la frase común en novelas: “se casaron y vivieron felices hasta el fin”. Pero en este caso hay el significado típico para dar realidad y agregar valor real a la narración, creemos que ellos vivieron gozosos y se amaron hasta el fin de sus días, porque es figura de Jehová y su pueblo, en una unión que jamás será disuelta. Será un casamiento bajo el pacto de gracia.

Dios mismo, el interesado de la parte primera, como también de la segunda parte; y este pacto no permite ningún divorcio. Jehová toma sobre sí mismo, no solamente ser fiel a ellos, sino respalda a ellos y garantiza su fidelidad a él. La nación será una con su Rey, y la tierra será la escena de una transformación y reconstrucción tal que no hay visión que pueda retratar, ni lengua capaz de contar.

-Fin-