Sean todos nuestros hermanos y hermanas bienvenidos.
La Fe por el Pastor Pablo Florian
“…Y se agolpo el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro y les aseguro los pies en el cepo. Pero a medianoche orando Pablo y Silas cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto de manera que los cimientos de la cárcel se sacudían. Y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron…” (Hechos. 16:22).
Siempre que leo este pasaje, me maravilla la confianza total en su Dios que estos dos varones manifestaron visiblemente ante todos estos espectadores. ¿Tenemos los creyentes contemporáneos esta fe? ¿Qué es realmente la fe o de donde sale esa palabra tan corta? pero que cuánto expresa en realidad.
DEFINICION: El texto de la Biblia sabemos que está escrito en griego y de allí la traducción a los distintos idiomas. La palabra original es PISTIS: “Total confianza y dependencia en Dios y en lo que Dios dice en su Palabra”. En español, los traductores pusieron para expresar todo su significado, la palabra FE. Vemos, por tanto, que la definición nos pone en un camino más amplio para entender su significado. Una cosa es creer, otra es confiar y otra muy distinta es total confianza. ¿Porque necesitamos la fe? Primero: Hebreos 11:6 dice que sin fe es imposible agradar a Dios. Segundo: Agradar a Dios por fe es la salida del hombre, porque por obras nadie puede agradar a Dios. Tercero: La fe lleva al creyente a una conquista tremenda que se desencadenará como una reacción en forma progresiva. De lo bueno hacia lo mejor y de lo mejor hacia lo perfecto. 2) Etapas: La fe que experimenta el creyente manifiesta distintas etapas. Comienza de una manera sencilla, lo que podemos llamar la fe de Abraham; Dios le hablo y él creyó, (Romanos 4:3) El Señor hablo, y esa palabra generó la fe en Abraham, pues no podría haber creído sin fe. De allí en adelante la fe va creciendo cuando se la va nutriendo de conocimiento, pues ella no puede crecer basada en la ignorancia del conocimiento de Dios. Ej.: Filemón 1:5 dice: “Oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos”. Filemón llegó a tener fe para él y para los demás. ¡Qué hermosa etapa en la fe!
PARTES: El fin de la fe dijimos es la confianza. ¿Cómo confiar en quien no hemos creído? (ver Rom. 10:14,17) ¿Cómo creer a quien no conocemos? Podemos armar una cuenta matemática:
Conocer + Creer + Confiar = Fe.
Todo edificio tiene cimiento. El cimiento del evangelio de Jesús es la fe, el cimiento de la fe es el conocimiento. (1 Cor. 2:5) ¿Qué es conocer? El apóstol aquí habla de un conocimiento que los príncipes y sabios de este mundo no conocieron, pues si lo hubieran conocido jamás hubieran crucificado al Señor de gloria. Conocimiento como el que recibió Pedro, o Esteban, que cuando lo manifestaron, los religiosos se maravillaron sabiendo que eran del vulgo y SIN LETRAS. Conocimiento que viene por revelación y no por el estudio de la letra. Conocimiento que Dios tiene reservado para los que le aman, (1 Cor. 2:9). La revelación y su conocimiento son pues la materia prima de la fe. ¿Cómo viene la revelación? Sencillo. Juan 20:11,16 muestra que la persona del Cristo resucitado se rebeló a María, cuando esta buscaba con lágrimas y desesperación al Señor ¿Lo ha hecho Ud. Alguna vez? Si lo hace déjeme decirle que Él es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.
CREER: Del texto original la palabra es PISTEU. La definición es: permitir ser persuadido. Jesús dijo a los judíos: “Mi palabra no haya cabida en vosotros” aquí la responsabilidad cae sobre nosotros una responsabilidad individual que Dios no violara. Es mi responsabilidad si me dejo convencer por lo que otro me dice o mantengo mi razón. Una cosa es que me deje convencer por un hombre y otra es que me deje convencer por Dios. No importa mucho que no me deje persuadir por un hombre, pero, ¿Qué no me deje persuadir por Dios? El apóstol Pablo dice: “…. Estando persuadido…” Esto es clave, lleva al hombre a la restauración de la comunión con Dios, pues que su palabra prevalezca en mí, me conducirá al arrepentimiento genuino.
CONFIAR: Es el resultado. Es el fin de la fe. Es poder alcanzar lo que tantos necesitan hoy. Poder reposar su conciencia de culpa, poder descansar en sus promesas, etc. Sin confianza la fe es muerta; es como que un hombre perdiera su sangre, muere.
DESCRIPCION: Hebreos 11 no da una definición de la fe, sino una descripción de ella. Parafraseando el pasaje podemos decir: puedo confiar (Su Palabra es absoluta y suficiente) para certeza. Esta confianza tiene la potencia de la vista, o sea que lo presenta delante de mí como algo que está hecho, sin ver. Ej.: Dios dijo sea la luz, y fue la luz. Por tanto, entendemos que por la fe fue constituido el universo, de manera que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía (He. 11:3). Jesús dijo a la higuera “Nunca jamás coma nadie fruto de ti” ¿Resultado? Se seco desde las raíces. Jesús dijo: “Tened fe en Dios”. No es un poder para hacer nuestros caprichos sino un poder para usar conforme al propósito de la voluntad de Dios.
UNA LEY: El apóstol Pablo en Romanos 3:27, revela algo muy importante respecto de la fe. Él dice que es una ley. Meditar en esto es grande cuando decimos ¡Yo tengo mucha fe!; debemos antes orar a Dios que nos lleve a un perfeccionamiento de ella. Si la fe es una ley, también debe tener esta ley una justicia.
O sea, una forma de administración. Toda ley tiene una justicia. Pedir justicia es pedir que se cumpla la ley. Si la fe es una ley, ¿Cómo es su justicia? Ej.: Yo no puedo detener a alguien y llevarlo al juez y decirle ¡me robo!, métalo preso. El juez me diría no. ¡Esa no es la forma! Para que se ponga en marcha el mecanismo que al final va a dar justicia, primero tengo que hacer la denuncia policial y presentar los testigos o pruebas.
Allí comienza el proceso penal complejo en donde interviene el fiscal defensor y el juez; también la víctima y el acusado. Para que Dios me haga justicia (que se cumpla en mi lo que dice su Palabra), hay una forma, una manera que El estableció y es creyendo lo que su palabra dice, es así que se pone en movimiento el sistema que va a dar justicia, es decir El señor mira mi corazón, si realmente estoy creyendo entonces El hace justicia, se cumple lo que creo, ej.: Romanos 10:10 “con el corazón se cree para justicia” y en otro lugar dice, “para justicia a todo aquel que CREE”. Por tanto, estamos en condición de afirmar que Dios no hace justicia a los incrédulos, pues queda anulado el proceso que me lleva a la justicia de Dios. Aquel que se ha dejado persuadir “creer” ha tenido un cambio de actitud en cuanto a su palabra. Dios no puede anular lo que el mismo dice: “Para justicia a todo aquel que cree”, ¡pero no todos creen! Benditos pues los que creen; pues destronan su yo, para dejar de ser egocéntricos y pasar a ser Cristo céntricos.
Les abrazo en el amor de Jesucristo. Pastor: Pablo Florian